Se han terminado las vacaciones para el "líder" (al menos él pretende serlo) de la derecha española Marianico Rajoy. Ha vuelto como se fue, anunciándonos que el chiringuito se viene abajo y que Zapatero es el culpable de todo mal que existe, de todo. La verdad es que la imagen de Rajoy asusta porque si te pilla en un día malo y te crees lo que suelta por esa boca necesitada de lavado a fondo es para tirarse debajo de la cama y no salir. Lo del Líbano, la inmigración, los fuegos: Zapatero es el responsable, que lo sepa todo el mundo, también el tato.
Ya han pasado dos años desde la marcha del guerrillero Aznar y la verdad es que nada ha cambiado en el PP. Siguen con lo mismo, van a piñón fijo. El presidente del partido de la guerra afirmó ayer que Zapatero quiere mandar tropas al "peor escenario bélico posible". Hay que tener mucha cara y muy poco vergüenza, defectos los dos muy comunes en el PP, para pronunciar esa frase sobre todo cuando días antes los súbditos de Rajoy habían manifestado públicamente que apoyaban la iniciativa de mandar militares a la zona del Líbano.
Parece evidente que la temporada de invierno viene con la misma moda que la pasada: caña al mono, o sea, al PSOE. El problema que tiene el PP es que después de anticipar el fin del matrimonio, del Estado y, en general, de España...quedan ya pocas cosas que tirar abajo. Pero no hay que confiarse, los servidores de la causa pepera seguirán encontrando traumas que meternos en el cuerpo. Y Fede Jimenez todavía de vacaciones, madre mía, cuando vuelva habrá que salir con casco a la calle porque la apocalipsis no tardará en producirse después de tanto agorero que la llama a gritos. Que miedo...
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