domingo, abril 29, 2007

Salvador y Olegario. Amores de vestuario.

¿Tan difícil es utilizar este balón sólo para jugar?

Se los presento, quizás no los conozcan. Y si es así, nada se pierden. Salvador Ballesta y Olegario Presas son dos malos futbolistas que sólo son noticia por sus "ideas" políticas.Hoy se encontrarán en el Camp Nou. El primero juega en el Levante y el segundo en el Barça. Lo de jugar es un decir, digamos que los dos cobran de estos equipos. Salvador es un concencido que aplaude la Guerra de Irak. Olegario un independentista admirador de terroristas hambrientos y crítico del Estado de Derecho.

La mezcla entre deporte y política una vez más asume un papel protagonista en la vida española. Es conocido por todos el afán de los partidos nacionalistas por vulnerar la Constitución y las leyes. Lo rastrero es la afectación de esferas totalmente ajenas al juego político, nunca mejor dicho. Es innecesario y revela la falta absoluta de limpieza para defender las ideas propias.
Los independentistas pueden defender con la palabra todo aquello que les plazca. La democracia que nuestra Constitución garantiza y que ellos tanto repugnan se lo permite. Mi exigencia es simplemente que lo hagan con los mayores y no con niños. Quiero ver a Carod Rovira, Mas o incluso Montilla hacer personalmente el trabajo sucio. Usar a los menores es manipular los sentimientos para esconder la farsa de la realidad nacionalista.
En el Barcelona Laporta ya alecciona a los niños desde pequeños y ni siquiera les deja escuchar el himno como se vio recientemente en una final jugada en Portugal. Los niños del Valencia con el máximo respeto escuchando el himno nacional mientras que los del Barça estaban escondidos y con los oídos tapados. No porque ellos quisieran sino porque los mayores (en años pero sobre todo en maldad) previamente se lo habían prohibido. La famosa pancarta de "Cataluña no es España" se ha convertido es un elemento del paisaje más. Aprovecho igualmente para expresar mi rechazo por los aguiluchos que mis sensibles ojos ven en las gradas de ciertos campos, especialmente del Bernabeu. A los ultras hay que echarlos de los estadios pero son numerosos los equipos que los tratan como reyes concediéndoles incluso instalaciones dentro de los estadios para que guarden sus "cositas".

Laporta es un personaje extridente. Quiso hacer trampas para seguir en la poltrona negandose a convocar elecciones hasta el punto que una decisión judicial le obligó a ello. Tramposo y poco inteligente porque las elecciones las tenía ganadas. De hecho, nadie consiguió las firmas necesarias y no hubo necesidad de abrir las urnas. Lo más esperpéntico fue verlo en las últimas elecciones desayunando con Montilla y Mas. Sencillamente ridículo. Nos queda por saber si el desayuno lo pagaron los socios del Barcelona o los contribuyentes catalanes porque es seguro que ninguno de los comensales pagó un duro.

De igual modo tal indignante conducta es reiterada por las autoridades catalanas que publicitan su selección catalana manipulando a menores en anuncios en que se dividen a éstos entre malos niños españoles y niños buenos catalanes. A todo esto, mi porra: Barça 2- Levante 0. Hasta la próxima.

sábado, abril 21, 2007

Zapatero y Rajoy: las mismas mentiras de siempre

Zapatero y Rajoy me han causado el mismo efecto que la selección española. Uno siempre piensa, "esta vez puede ser". Pues no. Y lo peor de todo es que la próxima vez de nuevo caeré en la trampa y los veré. ¡Qué vida tan triste!

Tanto monta, monta tanto. Lo cierto es que el programa de TVE "Tengo una pregunta para usted" ha servido para dejar todavía más en evidencia la mediocridad política del Presidente del Gobierno y del líder de la oposición. Los medios de comunicación en sus luchas sin cuartel debaten quien ha estado mejor, más convincente, más cercano o simplemente quien llevaba la corbata más limpia. Los gestos han sido más valorados que las palabras.
En mi costumbre de ir a contracorriente el cuerpo me pide poner a los dos a caer de un burro. Y ello porque los dos han hecho el ridículo al tiempo que convertían los conceptos de mentira y respuesta en sinónimos. Nos han vuelto a contar las mentiras de siempre y nadie dice nada. A la izquierda y a la derecha no se escuchan más que alabanzas a sus respectivos líderes. Es todo asqueroso, con perdón.
El gran líder comunista español, un tal Llamazares, ha dicho que le gustó Rajoy. A IU sólo le queda un camino, la desaparición. Es cuestión de tiempo. La bazofia mediática una vez más se queda en la anécdota y desprecia la noticia. El café de Zapatero y el sueldo de Rajoy han servido para tapar la absoluta ignorancia de estos dos personajes sobre los temas fundamentales. Estas dos cuestiones han monopolizada las páginas de los periódicos y las tertulias radiofónicas. ¡Vaya chorradas! He leído que Rajoy se llevaba aprendido los precios de una barra de pan o un kilo de patatas. Todo esto de la política es un chiste de muy mal gusto.

Por cierto, Zapatero tendrá que explicar algo insólito: ¿cómo es posible que estando en un hospital ingresado haya que salir de él para ir al médico? Otra mentira más. Y siguen negando el chantaje, que tomadura de pelo señores. Lo más surrealista es la valoración de la audiencia. El PP y sus secuaces divinos alardean del éxito de Rajoy por tener medio millón de espectadores más. Se comportan así como los dueños mafiosos de las cadenas que justifican el "vale todo" con tal de tener un buen share.

Ni ZP ni Rajoy contestaron a lo que se le preguntó. Utilizaron casi dos horas de televisión en prime time para dirigirse a sus fieles con el objetivo de contentarlos. Aquello parecía más un mitin que una entrevista ciudadana. Las preguntas en su mayor medida eran previsibles: vivienda, pensiones, economía, trabajo... Siempre me pregunto lo mismo ¿Por qué no constestan? Hay dos opciones: no saben o bien no les interesa hacerlo. Cualquiera de las dos sirve.

P.D: Por cierto, reivindico mi derecho a no ser una persona normal. No quiero serlo. Al menos no, según lo entiende el Sr.Rajoy.

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