Por fin, ya han llegado las vacaciones, lo que supone estar al menos un mes sin que los políticos nos den la brasa lo cual se agradece. Las conclusiones del curso político son claras, no plantean dudas: el PP dejó la política de un lado para dedicarse a la infame tarea de meternos el miedo en el cuerpo anunciándonos en reiteradas ocasiones el desmantelamiento de España al tiempo que salía con curas y asociaciones de víctimas partidistas a la calle; no les ha servido de nada salvo, eso sí, para retratarse una vez mas y ya van muchas.
Rajoy y sus secuaces nos avisaron de los peligros del matrimonio gay para la familia y del Estatut catalán para el equilibrio territorial con voces de ultratumba y caras desencajadas conscientes en el fondo del ridículo que estaban protagonizando. Sin embargo, tanto la familia como España siguen igual de bien o mal que antes. Por mucho que les pese a los súbditos del guerrillero Aznar habrá que seguir esperando el fin del mundo, una pena.
Rajoy después de prometer no hacer oposición desde las bísceras negó a Zapatero la representatividad del Estado y afirmó la traición socialista a los muertos. Todo un ejemplo de política de centro, es evidente que la derecha es todo aquello que afirma que son los demás. Alguien les debería enseñar a mirarse al espejo. La posición en torno al proceso de paz del PP esta siendo miserable, las zancadillas son constantes y el deseo de que todo salga mal es imposible de disimular. Desde mi ingenuidad espero que las urnas pasen factura por tal irresponsabilidad que sencillamente es inadmisible.
En cuanto a IU, pues lo de siempre, desaparecida en combate. Llamazares ha visto como Zapatero se ha convertido en la mayor figura de la izquierda europea y ante esa realidad pocas cosas se pueden hacer. No hay que darle mas vueltas. Se comenta la posible candidatura de la Alcaldesa de Córdoba a las generales, nada nuevo aportaría. Muchos teóricos simpatizantes de IU se sienten cómodos con ZP y no les molesta su forma de gobierno. IU tendrá que esperar a momentos menos felices del PSOE para subir.
Por su parte, los nacionalistas han vuelto a ponerse el traje de "víctimas" del Estado opresor lo que ya empieza a cansar demasiado. Quizás con Aznar ese discurso podía valer pero con Zapatero no surte efecto; de hecho, las encuestas ya pronostican una destacada bajada de ERC para las próximas elecciones. Zapatero no es Aznar, de ello puede dar fe Carod Rovira que ya no saca votos hablando del inquilino de la Moncloa.
¿Y el PSOE? A lo suyo, aprovechándose de los esperpentos del PP y de un Zapatero en estado de gracia. En su día le llamaron Bambi y ahora nadie se mueve en el partido, ese hombre manda mucho aunque algunos no se lo crean. La mayoría absoluta no es una utopía, si no meten la pata será suya.
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