Pues sí, la foto prácticamente ya lo dice todo. El personaje es Alberto Nuñez Feijoo, sucesor de Fraga y líder del PP en Galicia. Nadie le puede negar a Feijoo que es buen alumno puesto que al igual que Rajoy no necesitó pasar por primarias como si lo hicieron Touriño o Zapatero para ponerse al frente del partido; le bastó el dedazo ya no tanto de Fraga sino directamente desde la calle Génova de un Rajoy que aprendió bien la lección del guerrillero Aznar. Al PP le gustan los atajos, la democracia es un camino a veces demasiado largo para ellos.
En la crisis de los incendios nadie dudaba del comportamiento aprovechado de los populares, era cuestión de tiempo. Lo demostraron el año pasado con la desgracia de Guadalajara y ahora están dispuestos a hacer lo mismo. En cambio, con los los 43 muertos del metro de Valencia han tenido una actitud bien distinta: claro, ahí solo fue un "accidente"...¿Por qué? Porque en la Comunidad Valencia gobierna el PP, ese es el criterio para definir las responsabilidades que tiene el partido de Marianico. A Nuñez Feijoo le ha pasado lo mismo que a su amigo Rajoy: de sillón privilegiado en un gobierno con mayoría absoluta a la oposición. La rabia contenida en las filas del PP es tal que ya les vale todo, faltan menos de dos años para las elecciones y la famosa política desde las bísceras ya es una constante que hasta el final de legislatura el PP no va dejar de protagonizar.
Dicho esto, vamos a la foto. El personaje es el citado Feijoo: con su manguerita y su ramita, la foto no me negarán que tiene miga. Me recuerda a un señor bajito que se iba al río a pescar salmones pero como no pillaba ni uno sus fieles servidores se los ponían ya muertos en la caña para lucirlos. No me acuerdo como se llamaba, no sé: aquel hombrecillo bajito con bigote, como era su nombre...Bueno, seguro que saben de quien hablo. Es evidente que hay cosas que se llevan en la sangre y muchos dirigentes del PP son buen ejemplo de ello.
Por cierto, en la foto será que tengo mal la vista pero no veo fuego. Ay Alberto, estas cosas hay que hacerlas bien. Si haces el paripé por lo menos a lo grande, sin complejos. Venga, la próxima vez te vas a una zonita que de verdad esté ardiendo a ver si ahí te atreves a meter tu camisa de marca como están haciendo los vecinos para salvar sus casas. Aunque quizás, pensándolo bien, sea pedirte demasiado...
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