miércoles, diciembre 27, 2006

Llamazares, la indiferencia absoluta.

Izquierda Unida hace años que ha decidido pulsar el botón de su propia autodestrucción. Son pocos y mal avenidos. Es difícil olvidar como Julio Anguita en su día se tiró a los brazos de Aznar. De hecho en los últimos años de Felipe González en el Gobierno, IU y el PP eran uña y carne. Los dos querían al PSOE fuera de la Moncloa a cualquier precio. No se puede ser comunista y acostarse con alguien de derechas, ni siquiera en una mala noche. La consecuencia es el ridículo social y electoral de IU en la actualidad.

Llamazares es, ante todo, un ser indiferente. Nada de lo que dice se puede tomar en serio. Ni siquiera sus seguidores lo hacen. Es importante recordar que el citado personaje salió de su última reelección como Coordinador General entre insultos y gritos de "tongo". Un balance electoral pobrísimo y un sospechoso cambio de normas a última hora para seguir en la poltrona están en la base de la rebelión interna de los seguidores de IU, amén de muchas otras cosas.

La principal propuesta política de Llamazares es la necesidad de un cambio en el sistema electoral. Para él, ese el gran problema de España. Anomalías típicas de un perdedor. Izquierda Unida propiamente dicha ha conseguido 2 escaños en las últimas elecciones. La realidad que proporcionan los números es incontestable. Ni más ni menos que 2 escaños. Si sumamos los votos de Iniciativa+IU no llegan al fatídico 5% de porcentaje en las elecciones de 2004.A pesar del resultado ridículo que cosechó en las urnas Llamazares ni se ha planteado la dimisión y ahí sigue.

A todo lo dicho hay que añadir un problema que le hace mucho sangre a IU: ese problema se llama Zapatero que es considerado por muchos el referente de la izquierda europea. El divorcio "express", el matrimonio de gays con adopción incluida y un largo etc dejan claro que los españoles que se sienten de izquierdas tienen un sitio bien calentito en las filas socialistas.

En las últimas elecciones gallegas vino a mi querida Galicia a decirnos que si IU no entraba al Parlamento los gallegos estabamos condenados a vivir en la dictadura monótona de la derecha. La desfachatez es extraordinaria. Ante tal aberración los gallegos votamos y, por supuesto, dejamos a los comunistas fuera de nuestro Parlamento al tiempo que situabamos un gobierno de izquierdas en la Xunta. No aceptamos clases del Sr. Llamazares.

La última perla de este político presuntamente de izquierdas (él dice que sí, yo no me lo creo) es decir que rompe su relación preferente con el Gobierno socialista. No he visto a Zapatero especialmente triste o afectado por tal drástica decisión. Es más, diría que le igual. Ya ha sacado de IU lo que quería en esta legislatura. ZP como he dicho en reiteradas ocasiones es el más listo de la clase aunque alguno no lo quiera ver.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cualquier imbecil puede escribir un blog

Colmillo Rojo dijo...

Mal método el insulto para posicionarte en contra de un simple post.

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