sábado, diciembre 23, 2006

Aquellas pequeñas cosas del PP

En las últimas semanas el Partido Popular ha protagonizado ciertos gestos que van mucho más allá de la pura anécdota. He escuchado en reiteradas ocasiones que Mariano Rajoy es distinto a Aznar, Acebes o Aguirre. Manifiesto mi absoluto desacuerdo con tal punto de partida. El citado personaje incita, ordena, consiente y aplaude toda la maniobra del PP. Rajoy no es un muñeco en manos de zorros hambrientos que buscan venganza a través de un escudo manejable. Es lo mismo y todavía peor. Otra cosa es que su extraordinaria debilidad como líder de la oposición le impongan la necesidad de estar rodeado de muchas primeras espadas de la derecha española: no son compañías obligadas por personalidades más fuertes sino alianzas deseadas.

La Ministra de Fomento ha vuelto a dejar claro que no está capacitada para ostentar tal cargo. No hay noticia alguna en ello, se sabía desde hace tiempo. No son admisibles sus pobres argumentos a la hora de explicar la crisis de Air Madrid. Debió tomar decisiones serias mucho antes y prevenir la situación ante las llegadas de un periodo de numeroso tráfico aéreo. Lo único bueno que ha hecho esta señora es retirar aquella estatua de Franco.

En todo caso, a lo que iba, la actitud más miserable en esta crisis nos lo ha dedicado la inefable Ana Pastor. Su paseito por Barajas ha sido realmente ridículo. Por cierto, la mayoría de los afectados eran emigrantes: sí, esa gente que el PP no quire legalizar. La ex Ministra de Sanidad de Aznar dijo hace unos meses que los casos de corrupción sólo se dan en el PSOE: tal afirmación describe a su autora. El PP con este tipo de gestos se apunta definitivamente al populismo más rancio. Si siguen a este paso Evo Morales y cía. pueden llegar a ser simples aprendices.

Otro detalle digno de mención es lo que ocurre en Baleares. Los ladrones de Andratx y el complaciente Gobierno autonómico miran a la Fiscalía en busca de conspiraciones extrañas. En lugar de señalar con el dedo a sus ovejas negras giran la cabeza a la acera de enfrente para echarle la culpa al enemigo, como no, los socialistas.

No puedo tampoco dejar de tocar un temás más divertido. Seguro que ya lo adivinan. Jose María Aznar ha pasado de conceder entrevistas a Alfredo Urdaci para hacerlo a Ana Rosa Quintana. El guerrillero Aznar nos sorprendía esta semana con su aparición en un programa del corazón contando la monserga de siempre e incluso señalando que Ana Botella podía ser Presidenta del Gobierno. Cosas de esta nuestra televisión.

Para finalizar, la ridícula espantada de Rajoy tras el encuentro con ZP. No habló desde Moncloa sino desde su guarida de Génova. Defender que lo hizo para que Acebes y Zaplana le leyeran la cartilla antes de salir a los medios sería ir en contra de la idea que esbozo al comienzo de este post. Estimo que lo hizo simplemente para demostrar que es un machito delante de los suyos lo cual sino confirma esa debilidad patente en todos sus actos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)

Anónimo dijo...

Felicitaciones, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!

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