jueves, julio 13, 2006

La Visita del PaPa y los insultos a ZP


En primer lugar, quiero trasladar un mensaje de tranquilidad a todos los católicos que estén leyendo este artículo: la huelga de Iberia no afectó al viaje de regreso del PaPa al Vaticano, totalmente confirmado, no se preocupen. El fin de semana pasado los españoles tuvimos la oportunidad de disfrutar (o soportar) la visita del jefe de la Iglesia Católica y todo su servil séquito a Valencia. "Viene a reprender a Zapatero" decían unos, "le va cantar las cuarenta a los socialistas" decían otros. Daba la sensación que un ser superior venía a España a darle la lección a un Presidente del Gobierno salido de las urnas. Pues bien, ni una cosa ni otra. Los homófobos del Opus dei, la Cope y el PP se quedaron con las ganas.

La visita comenzó confirmando la falta de respeto del Rey y su querida esposa besando el anillo de ese señor vestido de blanco. España es un Estado Aconfesional, nuesto Jefe de Estado debería leerse la Constitución y mantener una posición de permanente neutralidad aunque quizás sea pedirle demasiado a alguien que juró las Leyes Fundamentales de Franco. El Rey también lo es de los ateos, no es admisible ese gesto y merece mi crítica.

Lo más indigno de la visita fueron los gritos e insultos recibidos por ZP mientras tenía lugar la audiencia privada con el Papa y a la salida de éste. "ETA y Zapatero la misma mierda son", "Vete con la ETA que son tus amigos", "ZP embustero" eran algunos de los improperios lanzados por los religiosos ciudadanos que allí se concentraron. No hay duda, los católicos necesitan intensas clases de respeto y educación. Para Rajoy, como no, aplausos: el líder del PP llevó incluso a la mujer y a los hijos, la foto tenía que ser completa.

El Papa en su discurso estuvo "moderado", simplemente llamo a la reflexión a gobernantes y legisladores a la hora de proteger el indisoluble matrimonio entre hombre y mujer. Vamos, lo de siempre. Cuando pronunció esas palabras se escucho el aplauso mas sentido de la jornada, aplauso al que se unieron los Príncipes de Asturias allí presentes como se pudo ver en televisión. Sí, la Leti también: la divorciada que en su lejano pasado se casó por lo civil; debe ser lo que tiene jubilarse a los 30.

Conclusión, el señor vestido de blanco vino soltar la monserga racista de siempre y se fue. La vida seguirá igual. Los pobres seguirán muriendose mientras que su Santidad seguirá viviendo en palacio con todo tipo de lujos y criados. El Papa vive como Dios.

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