Estamos presenciando en los últimos meses el comportamiento mísero del Partido Popular en relación con el diálogo con la banda terrorista ETA a través de un acoso permamente para intentar descarrilar el proceso con la ayuda inestimable de una AVT convertida en subdito político de la derecha española y la emisora de los obispos siempre fiel a su partido predilecto.
El Partido de Rajoy, Acebes y compañía critica de manera cínica precisamente aquello que hicieron ellos mismos en Zurich y en Burgos en su etapa de gobierno. Aquella vez todo salió mal pero nadie les dijo nada puesto que todos los partidos políticos fueron fieles al compromiso de estar con el gobierno con independencia del resultado. Unos pocos años más tarde, la situación se da a la inversa siendo un gobierno socialista el que emprende la tarea de buscar el fin de la violencia con una gran diferencia: Zapatero hace público los pasos del proceso para que sean conocidos por los partidos políticos y por la sociedad, conducta arriesgada pero valiente que contrasta con el oscurantismo del proceso protagonizado por el PP a finales de los 90.
Aznar habló de Movimiento de Liberacion Vasco y de generosidad ante el silencio de todos porque la iniciativa en política antiterrorista es del gobierno. En la reciente convención de la derecha española, "franquito" Aznar volvió a sorprender afirmando que solo se reunieron para preguntar a ETA si entregaban las armas, la tomadura de pelo es extraordinaria y parece que no tiene límite.
Ahora, el PP se declara "libre", proclama que no le "vinculan" los acuerdos del Gobierno y que éste no representa al Estado. Tras escuchas frases como estas a uno le viene inevitablemente a la cabeza Alianza Popular y el ligamente de este partido con la dictadura. Serán, una vez más, las urnas el lugar donde obtengan su castigo.
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