España es un país en el que las banderas tienen demasiada importancia. Son muchos los partidos que fundan exclusivamente su razón de ser en la defensa de una determinada insignia que siempre califican como "nacional". La táctica consisten en defender que la Nación, perdón, su nación, está en peligro porque el contrario persigue su ruptura y demolición inmediata.
El escenario político español está lleno de partidos que nunca hablan de personas porque sólo piensan en sus naciones particulares. El PP con su apropiación de la bandera de España es el mayor exponente del nacionalismo español pero no se quedán atrás los llamados "nacionalismos periféricos" cuya estrategia político-electoral es idéntica. PNV, ERC y PP tienen un punto de conexión que los une irremediablemente: la búsqueda del enemigo intolerante en el vecino inofensivo. Los nacionalismos se necesitan mutuamente. Pretenden diferenciarse a toda costa pero son iguales.
Es una muestra de indudable debilidad enfundarse en los símbolos para defender unas ideas. Las manifestaciones del PP me dejan una conclusión que me resulta imposible pueda ser negada: los dueños de los puestos de venta de banderas votarán al PSOE. El negocio es el negocio, siempre. En democracia el Gobierno se decide con los votos en las urnas y no con los ultras en las manifestaciones, cuando lleguen las elecciones Rajoy lo comprobará.
Las campañas que buscan construir dramas o monstruos malignos no hacen más que favorecer a los destinatarios cuyo descrédito personal se persigue. ¿Qué sería hoy de Carod-Rovira sin la campaña de publicidad que le organizó en su día Aznar? Simplemente un jubilado del independentismo catalán. Ahora, es un Vicepresidente de la Generalitat que usa el deporte para ganar adeptos. A este tipo de mediocres no hay que hacerles ni caso, pierden sólos. El problema surge cuando se da importancia a quien no la tiene. Lo mismo se podría decir de muchos otros personajes que representan la incapacidad profesional para desempeñar cualquier servicio público pero que están sentados en las poltronas.
Otra particularidad de estos partidos es el uso de banderas no reconocidas por la Constitución o por los respectivos Estatutos. El PP utiliza las franquistas con ese águila que tambiébn sienta a los votantes de la derecha española y ERC las independenstistas, tampoco les vale la oficial catalana. No cito en este artículo como ejemplo de relación entre los partidos y las banderas a Batasuna al que no considero tal sino organización terrorrista al igual que el TS.
Mi crítica no es tanto a la bandera en sí misma sino a lo que presuntamente está detrás de ella según dicen quienes la manosean: la manipulación para justificar una postura política. La bandera ha de ser contemplada como un símbolo oficial de todos y no es admisible su apropiación para oscuros fines por parte de personajes con puro y barba. La clave está en la manipulación de la historia, de los sentimientos e incluso del presente en busca de partidarios de la causa en defensa de la patria. Se buscan las emociones para diseñar una fidelidad que esconde mentiras y la mísera búsqueda de odio al contrario. Para rematar la faena después de cantar himnos y levantar banderas alegan unos que se vende España a trozos y, otros, que el Estado opresor no les reconoce su identidad. Falacias, puras falacias. Y lo peor es que hay mucha gente que se lo cree.
P.D: la imagen que acompaña al post pertenece a la última "manifa" del PP en Madrid.
P.D: la imagen que acompaña al post pertenece a la última "manifa" del PP en Madrid.
5 comentarios:
¿En qué párrafo de tu artículo crees que encajaría el uso que haces en tu blog de la bandera de la 2ª República?.
Sí, esa medio torcida con un símbolo ¿anticonsticional? en ella...
Puf, ¡qué pereeeeza de Vieeeernes.!
¿anticonsticional?
Disculpad, quería decir *anticonstitucional*; ¡ahora sí!.
Son las 13:35 y ya ando medio cocido, como no haya siesta vaya noche que me espera... ;-)
Precisamente los símbolos, al ser de todos, nadie puede apropiárselos. Si el PSOE o IU se quejan de que el PP use la bandera española, que la usen ellos también en sus manifestaciones y que se dejen de enarbolar tanto la bandera republicana.
Por cierto, ¿Que campaña de publicidad le hizo Aznar a Carod? Su elección me parece más bien una consecuencia lógica del sonsonete nacionalista ya desde las escuelas.
Hola estoy interesado en cambiar enlaces de mis blogs:
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Si te interesa puedes ponerme un comentario en el blog/s que quieras o escribirme al email baschXII@hotmail.com
La bandera republicana es absolutamente legal. En todo caso, tanto me da. No me sé el himno de riego ni me lo voy aprender. Soy republicano porque me gustan las urnas no por sus símbolos.
Vta tú estás cocido siempre, da igual la hora.
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