Se los presento, quizás no los conozcan. Y si es así, nada se pierden. Salvador Ballesta y Olegario Presas son dos malos futbolistas que sólo son noticia por sus "ideas" políticas.Hoy se encontrarán en el Camp Nou. El primero juega en el Levante y el segundo en el Barça. Lo de jugar es un decir, digamos que los dos cobran de estos equipos. Salvador es un concencido que aplaude la Guerra de Irak. Olegario un independentista admirador de terroristas hambrientos y crítico del Estado de Derecho.
La mezcla entre deporte y política una vez más asume un papel protagonista en la vida española. Es conocido por todos el afán de los partidos nacionalistas por vulnerar la Constitución y las leyes. Lo rastrero es la afectación de esferas totalmente ajenas al juego político, nunca mejor dicho. Es innecesario y revela la falta absoluta de limpieza para defender las ideas propias.
Los independentistas pueden defender con la palabra todo aquello que les plazca. La democracia que nuestra Constitución garantiza y que ellos tanto repugnan se lo permite. Mi exigencia es simplemente que lo hagan con los mayores y no con niños. Quiero ver a Carod Rovira, Mas o incluso Montilla hacer personalmente el trabajo sucio. Usar a los menores es manipular los sentimientos para esconder la farsa de la realidad nacionalista.
En el Barcelona Laporta ya alecciona a los niños desde pequeños y ni siquiera les deja escuchar el himno como se vio recientemente en una final jugada en Portugal. Los niños del Valencia con el máximo respeto escuchando el himno nacional mientras que los del Barça estaban escondidos y con los oídos tapados. No porque ellos quisieran sino porque los mayores (en años pero sobre todo en maldad) previamente se lo habían prohibido. La famosa pancarta de "Cataluña no es España" se ha convertido es un elemento del paisaje más. Aprovecho igualmente para expresar mi rechazo por los aguiluchos que mis sensibles ojos ven en las gradas de ciertos campos, especialmente del Bernabeu. A los ultras hay que echarlos de los estadios pero son numerosos los equipos que los tratan como reyes concediéndoles incluso instalaciones dentro de los estadios para que guarden sus "cositas".
Laporta es un personaje extridente. Quiso hacer trampas para seguir en la poltrona negandose a convocar elecciones hasta el punto que una decisión judicial le obligó a ello. Tramposo y poco inteligente porque las elecciones las tenía ganadas. De hecho, nadie consiguió las firmas necesarias y no hubo necesidad de abrir las urnas. Lo más esperpéntico fue verlo en las últimas elecciones desayunando con Montilla y Mas. Sencillamente ridículo. Nos queda por saber si el desayuno lo pagaron los socios del Barcelona o los contribuyentes catalanes porque es seguro que ninguno de los comensales pagó un duro.
Laporta es un personaje extridente. Quiso hacer trampas para seguir en la poltrona negandose a convocar elecciones hasta el punto que una decisión judicial le obligó a ello. Tramposo y poco inteligente porque las elecciones las tenía ganadas. De hecho, nadie consiguió las firmas necesarias y no hubo necesidad de abrir las urnas. Lo más esperpéntico fue verlo en las últimas elecciones desayunando con Montilla y Mas. Sencillamente ridículo. Nos queda por saber si el desayuno lo pagaron los socios del Barcelona o los contribuyentes catalanes porque es seguro que ninguno de los comensales pagó un duro.
De igual modo tal indignante conducta es reiterada por las autoridades catalanas que publicitan su selección catalana manipulando a menores en anuncios en que se dividen a éstos entre malos niños españoles y niños buenos catalanes. A todo esto, mi porra: Barça 2- Levante 0. Hasta la próxima.